El sector de la construcción y los edificios es responsable del 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el informe "Building Materials And The Climate: Constructing A New Future" de la ONU. Una gran parte de esta huella de carbono proviene de materiales como el cemento, el acero y el aluminio. Cada año, se producen más de 4.000 millones de toneladas de cemento en todo el mundo, lo que representa cerca del 8% de las emisiones globales de CO2, según el think tank Chatham House.
Para redirigir el futuro de la construcción hacia un camino más sostenible, la ONU aboga por estrategias que incluyan la reducción de la extracción y producción innecesaria, la utilización de materiales regenerativos y la mejora en la descarbonización de los materiales convencionales. Estas medidas involucran a todos los actores del sector, desde fabricantes hasta arquitectos y constructores. Cada vez más empresas están adoptando prácticas sostenibles, utilizando materiales respetuosos con el medio ambiente como la madera.
“Las construcciones de madera no solo emiten menos carbono durante su fabricación, sino que también lo absorben y almacenan en su estructura. La reducción de emisiones en un edificio construido con madera puede alcanzar hasta un 80%”, explica Pablo Medina, cofundador de Woodea, una empresa dedicada a la edificación en madera. Medina también subraya que la industria de la madera técnica está en expansión, con empresas como Egoin y Finsa liderando la producción.
Sin embargo, la madera aún enfrenta obstáculos para su adopción masiva en el sector de la construcción. Carla Ferrer, coordinadora de la red Mass Madera, señala que estas barreras incluyen una percepción vaga o negativa de sus beneficios, procesos de licitación complejos y costosos, falta de conocimiento especializado y la ausencia de incentivos y regulaciones públicas específicas.
El cemento, uno de los materiales más tradicionales, también está evolucionando. Empresas como Holcim están desarrollando cementos y hormigones de baja huella de carbono que pueden reducir las emisiones entre un 30% y un 70% en comparación con los productos convencionales. "El mercado ha empezado a valorar los materiales sostenibles y sus ventajas", afirman desde Holcim. "Las normativas europeas, junto con una mayor conciencia y madurez del mercado, están impulsando la adopción de prácticas más sostenibles en la construcción".
El aumento de la demanda de sostenibilidad es evidente en la creciente adopción de certificaciones ambientales y en la implementación de la taxonomía de finanzas sostenibles, según Dolores Huerta, directora general de Green Building Council España (GBCe). “Los profesionales del sector están empezando a realizar análisis del ciclo de vida de sus proyectos para cumplir con estas exigencias”, explica Huerta.
Pamela Martín, arquitecta socia del estudio L35 Architects, añade que los arquitectos están cada vez más enfocados en el uso de materiales de origen biológico y en la innovación para reducir el impacto ambiental. Entre los materiales que destacan se encuentran redes de plástico reciclado, paneles de composite de aluminio, y aislantes fabricados a partir de fibras vegetales y textiles reciclados.
Además de la innovación en nuevos materiales, Huerta resalta la importancia de utilizar los productos de construcción de manera eficiente para reducir la huella de carbono y facilitar en el futuro la renovación, el desmontaje y el reciclaje de los materiales. "Nuestros edificios de hoy serán las minas de materiales del mañana", concluye Huerta, subrayando la necesidad de una visión a largo plazo en la construcción sostenible.
La construcción se reinventa para un futuro más sostenible.